La mayoría de las compañías, al momento de ejecutar  la planeación de su cadena de suministro, frecuentemente se enfrentan con eventualidades que no consideraron, mucho menos presupuestaron. Sin embargo, el impacto que ocasiona afecta de forma considerable los costos y los niveles de servicio que los clientes esperan. Aquí es en dónde es necesaria aplicar una adecuada resiliencia organizacional.

Si bien es cierto, la resiliencia organizacional tiene la flexibilidad de adaptar protocolos de gestión de forma emergente, adecuando  los cambios o retos que surgen día con día en la compañía; su  finalidad es permitir que las empresas puedan perdurar y prosperar. Existen tres ejes fundamentales que la rigen: los procesos, la información y las cadenas de suministro, su objetivo primordial es conseguir empresas que continúen con la producción de servicios innovadores, de calidad, bajo procesos que respondan a la demanda y satisfacción de los clientes actuales y futuros.

Para ello, es de suma importancia que durante el diseño de una cadena de suministro resiliente  se consideren:

Procesos e infraestructura logística: para reestructurar los procesos de gestión y adecuar los recursos físicos, en función de las nuevas circunstancias, siempre considerando las necesidades de los clientes.

Conocimiento: Desarrollar una matriz FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) para conocer en qué escenario nos encontramos; así nos resultará más fácil  establecer metas  objetivas que nos den un panorama claro de qué es lo que necesita la empresa y los recursos con los que contamos para alcanzarlas.

Confía en la propia capacidad de tu empresa: Cuando conocemos nuestro potencial, así como nuestras limitaciones, las cadenas de suministro resiliente serán más acertadas en cuánto a los objetivos a alcanzar. En este punto, es indispensable fomentar el trabajo en equipo, desarrollar protocolos de gestión  de eventualidades que identifiquen a quien informar y sobre todo, en dónde encontrar ayuda.

Transformar las dificultades en oportunidades: Las cadenas de suministro con alto nivel de resiliencia, son capaces de reaccionar con mucha proactividad ante cualquier eventualidad; ya que  desarrollan en la organización una cultura que permite comprender a los colaboradores que una crisis siempre es una oportunidad para generar un cambio, aprender y mejorar las condiciones de la operación.

En ningún momento se debe perder de vista, que los elementos antes descritos deberán estar en todo momento alineados con protocolos claros de gestión, que eliminen sorpresas y redundancias en la cadena de suministro, pero sí que garanticen en todo momento  un contacto permanente con los clientes para evitar perder la objetividad.

Sin duda alguna, hoy en día las empresas recurren con mayor frecuencia a la resiliencia organizacional como una práctica de crecimiento para su compañía; ya que al momento de implementar este tipo de protocolos, se establecen acciones correctivas evitando  incidencias en la cadena de suministro y convirtiéndolas en todo momento en una ventaja competitiva.