OPINIÓN. La recuperación de la producción industrial estadounidense ha permitido que el sector manufacturero nacional presente un dinamismo positivo.

Esta semana, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) publicó las cifras más recientes sobre la producción industrial en el país. La industria se contrajo 1.6 por ciento en su comparativo anual en julio, lo que implica una caída de 0.5 por ciento en lo que va del año. Al interior del indicador cuatro de los cinco componentes presentaron tasas de crecimiento negativas.

De enero a julio el sector minero (que incluye al petróleo y gas) ha caído 9.9 por ciento, la producción de agua, electricidad y gas en 1.5 por ciento, y el sector de la construcción registra una disminución de 0.6 por ciento.

El único rubro que está creciendo es el sector manufacturero, registrando una expansión de 3.4 por ciento anual en lo que va del año.

Analicemos cada sector. El minero registra 38 meses consecutivos de contracción. Ello como resultado de menor inversión de Pemex en la exploración y extracción de petróleo. El ajuste al gasto público federal continúa afectando la inversión de Pemex. Por otro lado, las inversiones privadas resultado de la reforma energética aumentarán la producción de crudo solo en el mediano plazo. Sobre todo, las relacionadas con la explotación de petróleo en aguas profundas. No se observa un repunte en el corto plazo en este sector.

El sector de la construcción registra tasas de crecimiento negativas tanto en edificación (4.4 por ciento), como en obras de ingeniería (relacionadas con infraestructura), en 2.7 por ciento anual en julio. El primer rubro está siendo negativamente influenciado por el aumento de tasas que se observó a lo largo del año, aumentado el costo de financiamiento de muchos proyectos, y a la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN, que ha retrasado decisiones de inversión. En lo que respecta a obras de infraestructura, el desempeño es resultado directo del ajuste al gasto público que ha contribuido a una caída sostenida en la inversión en dicho sector.

Hacia adelante, mayor certidumbre del sector externo contribuirá a incrementar la inversión en éste. Además, los recientes desastres naturales, tanto en EUA como en México, ayudarán a que aumente la construcción en el corto plazo. Sin embargo, por el lado del gasto público, todo indica que persistirá la falta de inversión en el sector.

Por último, el sector industrial que sobresale es el sector manufacturero.

La recuperación de la producción industrial estadounidense ha permitido que el sector manufacturero nacional presente un dinamismo positivo. Lo anterior debido a la depreciación del dólar (que abarata las exportaciones del vecino país) y un entorno global con mayor crecimiento económico (que demanda más productos de EUA). Esto ha beneficiado a las exportaciones manufactureras nacionales, particularmente la de bienes intermedios, que están ligadas con la producción industrial estadounidense.

Hacia adelante podemos esperar que el buen dinamismo del sector continúe. Los últimos datos del índice adelantado del sector industrial de EUA, ISM, indican que la industria en ese país se mantiene en expansión (58.8 por ciento en septiembre, donde arriba de 50 indica expansión).

El autor es el director general y fundador de GF GAMMA y catedrático en el ITESM campus Monterrey. Cuenta con un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera por la Universidad de Essex en el Reino Unido, y una Licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey).

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